Destino Arena, el balneario que recibe esta noche-madrugada, la fiesta electrónica esta saturado de policías. Tal como fue exigido por el Municipio un gran despliegue de control para una asistencia estimada en 3.000 espectadores.
Con el número principal previsto para las 3.30 de la madrugada ya comenzó a sonar la música electrónica en el parador Destino Arena de la Ruta 11, en el sur de la ciudad.
Un gran despliegue policial y santiario para controlar el consumo de estupefacientes, una práctica común en este tipo de celebraciones rítmicas/musical, se observa por estas horas en el acceso al balneario.
Aunque en horas de la mañana se llevaron a cabo operativos antidrogas en los puntos de ingreso a la ciudad y se pudieron secuestrar algunas drogas en poder de jóvenes, no se pudo relacionar esos episodios con probables asistentes a la fiesta.
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